Venia concedida.
Estas son las palabras que pronuncie en la tarde del viernes de Dolores pasado, empapando el antifaz con las lágrimas de mis ojos, ahogado por la prisa del momento y los nervios, pasando por mi cerebro los momentos tan duros que tuvimos que pasar para llegar a ese preciso instante. Don Juan, después de concederla, realizo una oración y una pequeña reflexión. Nos hizo entrega del estandarte, el cual lo tenemos que portar como buque insignia ya que es el que nos representa en todos los actos y como no la entrega del libro de reglas, reglas que nos permite hacer estación de penitencia. Y hay me encontraba, lleno de alegría y rodeado por mi gente, escoltado por la gente que lucho para que ese momento tan bonito, fuese una realidad.
Nos dirigimos a la capilla, por el lugar mas cercano, como marca nuestras reglas, y allí nos esperaba un bullicio de gente que levitaba de alegría, pues había llegado el momento, el gran momento.
3 comentarios:
Para mi fué un momento bastante bonito y especial. Yo tuve la suerte de compartirlo con vosotros, fuimos pocos los privilegiados que pudimos estar ahí. Yo desde aqui quiero agradecer a las personas que me pidieron que fuera con ellos. La verdad que no lo olvidaré nunca.
POR MUCHO QUE LO INTENTO NO ME PUEDO IMAGINAR LO QUE TUBISTEIS QUE SENTIR EN ESE MOMENTO.QUE ORGULLO TAN GRANDE PEDIR ESA VENIA.QUE DIA TAN GRANDE Y CUANTAS VIVENCIAS!!!Y DECIAN QUE ERA UN SUEÑO...
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